TEXTES G.R.A.V.

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Enough Mystifications 2

 

Paris, October 1963.

 

The 3rd Paris Biennale Has Opened the Groupe

de Recherche d'Art Visuel repeats

Enough Mystifications

 

The Groupe de Recherche d'Art Visuel would like to express its profound concern, its distress, its questioning, its fatigue somewhat, and its disgust.

Disgust at a situation that, although it changes its appearance, continues to live on (its latest incarnation: Le cri d'un art vital (The Outcry of an Art that is Vital).

 

A situation that continues to maintain a self-satisfied respect towards the work of art, the unique artist, the myth of creation, and towards what seems to be all the rage currently: groups, which are seen as super-individuals.

A situation to which we feel connected with all of the contradictions that this implies.

It's all very well to talk about integrating the arts.

It's all very well to talk about poetic places.

It's all very well to talk about a new formula of art.

It's all very well to shout things that others do not shout.

The art circuit continues to be a closed circle.

One can embellish it around the edges with aesthetics, sensitivity, cybernetics, brutality, witness, survival of the species, et cetera. But we are still at the same level.

We need an OPENING, to break out of the vicious circle in which art finds itself.

Art today is nothing but a tremendous bluff. A mystification with various interests centered around a simple thing that is called "artistic creation."

The divorce between this "artistic creation" and the public is an obvious reality.

The public is a million miles away from artistic events, even so-called avant-garde ones.

If there is any social concern in art today, it must take one very social reality into account: the viewer,

Within the limits of our possibilities, we wish to lead viewers out of their apathetic dependency that makes them passively accept, not just what is forced on them as art, but an entire way of life.

This apathetic dependency is carefully maintained by a wealth of published work, in which art specialists—in order to justify their role as intermediaries between the work of art and the public—act like initiates, weaving out of whole cloth an inferiority complex in the viewer.

This literature finds willing (or unwilling) accomplices in most artists, who feel that, by creating unique and permanent works of art, they are in a privileged, prophetic position.

On one hand, abandoning the closed and permanent aspect of traditional works of art (with or without outcry) is a challenge to the overrated creative act, and on the other, it is a first step towards enhancing the status of the viewer, who always submits to a contemplation conditioned by his or her level of culture, information, aesthetic appreciation, et cetera.

We think of the viewer as a being who is capable of reacting.

Capable of reacting with normal faculties of perception.

This is our path.

We propose to engage the viewer in an action that sparks his or her positive qualities in a climate of communication and interaction.

Our labyrinth is only a first experiment, deliberately aimed at eliminating the distance that exists between the viewer and the work of art.

The more this distance disappears, the more the interest in the object itself will disappear, and with it the importance of the personality of its creator. The same will be true of the entire superstructure around "creation" that is the reigning principle in the art world today.

We want to interest viewers, to lead them out of their inhibitions, to help them relax.

We want them to participate.

We want to place them in a situation that they activate and transform.

We want them to be aware of their participation.

We want them to move towards interacting with other viewers.

We want to develop in the viewer a strong capacity for

perception and for action.

Viewers who are aware of their ability to act, and who are tired of so much abuse and mystification can make their own real "revolution in art." They will obey the following regulations:

 

IT IS PROHIBITED NOT TO PARTICIPATE

IT IS PROHIBITED NOT TO TOUCH

IT IS PROHIBITED NOT TO BREAK

 

Paris, October 1963.

 

Groupe de Recherche d'Art Visuel

(The Visual Art Research Group is part of the international movement N.T. Continous Research.

 

 

Basta De Mitificaciones 2

París, octubre 1963. GRAV.

 

LA III BIENAL DE PARÍS ESTA ABIERTA

 

El Grupo de Recherches d'Art Visuel repite:

 

BASTA DE MITIFICACIONES

 

El Grupo de Recherches d'Art Visuel tiende a expresar su profunda inquietud, su confusión, sus interrogaciones, un poco su fatiga y su desagrado.

Desagrado por una situación que aunque cambiante continúa prolongándose.

Situación que mantiene siempre una complaciente consideración con relación a la obra de arte, del artista único, del mito de la creación y de lo que parece ser la moda de ahora: los grupos considerados como súper-individuos.

Situación a la cual nos sentimos atados, con las contradicciones que ello supone.

Para qué hablar de integración de las artes.

Para qué hablar de lugares poéticos.

Para qué hablar de una nueva forma de arte.

Para qué gritar los gritos que los demás no gritan.

El circuito del arte actual continúa cerrado.

Se pueden hacer juegos de bordado acerca de la estética, de la sensibilidad, de la cibernética, de la brutalidad del testimonio, de la supervivencia de la especie, etc.

Es necesario una APERTURA, salir del círculo vicioso que es al arte actual.

El arte actual no es sino un bluff formidable, una mitificación interesada de diversas formas alrededor de un simple hacer al cual se designa como "creación artística".

El divorcio entre esta "creación artística" y el gran público es una realidad evidente.

El público está a mil kilómetros de las manifestaciones artísticas, incluso de las que se dicen de vanguardia.

Si hay una preocupación social en el arte actual ésta debe de tener en cuenta una realidad claramente social: el espectador.

En los límites de nuestras posibilidades, queremos hacer salir al espectador de su dependencia apática que le hace aceptar de forma pasiva, no solamente lo que se le impone como arte, sino todo un sistema de vida.

Esta dependencia apática es sostenida cuidadosamente por toda una literatura en la cual los especialistas de arte para justificar su papel de intermediarios entre la obra y el público, se las dan de iniciados, y crean un complejo de inferioridad en el espectador.

Esta literatura encuentra cómplices voluntarios o involuntarios en la mayoría de los artistas que se sienten en una situación profética o privilegiada creando obras únicas o definitivas.

El abandono del carácter cerrado, definitivo, de las obras tradicionales (con o sin "grito") es por un lado la puesta en cuestión del acto creador sobreestimado y por otra parte un primer paso hacia la revalorización de un espectador sometido siempre a una contemplación condicionada por su nivel de cultura, de información, de apreciación estética, etc....

Nosotros consideramos al espectador como a un ser capaz de reaccionar.

Capaz de reaccionar con su normal capacidad de percepción.

He aquí nuestra vía.

Proponemos el comprometerlo en una acción que desenca­dene sus cualidades positivas en un clima de comunicación e interacción.

Nuestro laberinto no es más que una primera experiencia deliberadamente dirigida hacia la eliminación de la distancia que hay entre el espectador y la obra.

A medida que esta distancia desaparece mengua el interés de la obra en sí y la importancia de la personalidad de su realizador, y del mismo modo la importancia de toda esta superestructura alrededor de la "creación", la que impone su ley en arte actualmente.

 

Queremos interesar al espectador, hacerlo salir de sus inhibiciones, desenquilosarlo.

Queremos hacerlo participar.

Queremos colocarlo en una situación que él provoque y transforme.

Queremos que sea consciente de su participación.

Queremos que se oriente hacia una interacción con otros espectadores.

Queremos desarrollar en el espectador una fuerte capacidad de percepción y acción.

 

Un espectador consciente de su poder de acción y fatigado de tanto abuso y mitificaciones, podrá realizar él mismo la verda­dera "revolución en el arte". Pondrá en práctica las consignas:

 

PROHIBIDO NO PARTICIPAR.

PROHIBIDO NO TOCAR.

PROHIBIDO NO ROMPER.

 

París, octubre 1963. GRAV.

 

 

ATELIER LE PARC - 2014